Como muchos, el 20 de marzo fue una fecha que marcó un antes y un después en nuestras vidas. La actividad del país se paralizó en un gran porcentaje, en pos de protegernos de un virus altamente contagioso. La lotería, como otras instituciones, detuvo sus actividades y, así, su programa de juego responsable suspendió sus proyectos programados, manteniendo activas sus líneas de ayuda para todo aquel que posea algún problema con el juego de azar o desee consejos para mantener una actividad saludable de juego dentro de su hogar.
Ya ha pasado más de un mes del inicio de este aislamiento social, preventivo y obligatorio. Y a medida que vamos pasando etapas en esta cuarentena (actualmente en la tercera), también hemos ido probando y armando nuevas rutinas en nuestros hogares o donde nos haya tocado pasar este aislamiento
Algunos solos, otros en pareja, otros con amigos, muchos con hijos, otros con más familiares en sus hogares. Juntos, compartiendo más tiempo que el habitual. Que si lo pensáramos, algunos dirían que es como en épocas de vacaciones. Sin embargo, esta situación dista mucho de unas vacaciones, ya que la imposibilidad de trasladarnos y permanecer en un solo lugar, lo cambia todo. Entonces, la convivencia presenta nuevos matices.
Nos vemos disfrutando de otra manera con nosotros mismos y con los otros; explorando nuevas actividades, nuevas rutinas, que nos hacen sentir bien. Pero también nos encontramos frente a momentos difíciles, situaciones que generan mucho malestar, angustia, enojo, frustración, etc.
En el ámbito familiar, nos vemos y reconocemos como un grupo, pero sin dejar de lado que, ante todo, somos individuos. Cada miembro con sus propias emociones, su propia forma de ver y sentir esta realidad tan inédita. Se presentan entonces, muchos conflictos.
¿Será la dificultad de ponerme en el lugar del otro, porque ni yo comprendo del todo lo que estoy sintiendo? ¿Será que puedo reconocer todo lo que el encierro me genera? ¿Será que tendría que hablar con algún amigo o familiar?. Nos pasan muchas cosas por la cabeza. Los sentimientos son muy ambivalentes, y muchos no tienen los mismos canales o actividades para procesarlo. Y a esto, le sumamos la actividad laboral.
Algunas familias con mucha actividad. El dirigir y mantener la casa, atender a los niños, y realizar el trabajo que solían hacer en otro espacio, dentro del hogar. Otros, al contrario, preocupados y angustiados por como salir adelante al verse paralizados sus trabajos; otros manteniendo cierto grado de actividad. Y todo esto, sucediendo días y semanas dentro de un solo espacio. Y aunque algunos salen a hacer compras o desenvolverse laboralmente, ya nada es igual que antes. Nuestra realidad cambió. Aunque nos digan que es transitorio, hoy para muchos parece eterno.
Este escenario puede ser analizado de miles de maneras. Más aún, si vamos viéndolo sujeto por sujeto, grupo por grupo, generación por generación. Y es en parte esto lo que el equipo del programa de juego responsable intenta realizar con el grupo de personas que tienen problemas con los juegos de azar.
El juego responsable y la cuarentena.
Fue así, que indagando con otros programas de juego responsable del país, llamó la atención que gran parte de las líneas de ayuda (en Misiones 0800-888-5836 y 3764683173) no han tenido un aumento en su demanda, y algunas incluso destacaron que la actividad ha sido nula.
Esto llevó a hipotetizar si la actividad de juego ilegal esta influyendo, o si la compleja realidad de la cuarentena cambió la manera de enfrentar la problemática, o si el juego online puede ser una respuesta. Aunque sobre esto último, en otras loterías se destacó que no hubo un amento en la actividad de las paginas oficiales, pero desconocemos lo que sucedió en las páginas del mundo ilegal.
Sin poder responder a estos interrogantes, la Lotería de Entre Ríos se comunicó directamente con los últimos autoexcluidos para indagar cómo enfrentaron el deseo de jugar en esta cuarentena, si lo tuvieron. Y fue llamativo que, si bien algunos refieren que sintieron deseos de jugar juegos de azar, el deseo no impidió la realización de sus actividades cotidianas. Es más, varios respondieron que fortalecieron vínculos familiares, iniciaron nuevas actividades de ocio e incluso nuevos emprendimientos.
Sobre este ejemplo, hemos iniciado desde el Programa de Juego Responsable del IPLyC S.E. un sondeo similar sobre todos sus autoexcluidos activos, para conocer como están enfrentando su decisión de no jugar en tiempos de cuarentena. Esperamos en los próximos días poder obtener los primeros resultados para continuar el análisis de esta cuarentena y su relación con el juego de azar.